Las crisis sanitaria y económica provocada por COVID19, nos ha traído nuevos escenarios para la prosperidad. Surgen nuevos pequeños negocios de la necesidad y de la lucidez que solo aparecen en los momentos de crisis.
Nuevos pequeños gigantes que estaban en su fase de ser un sueño, a ser realidad, aunando voluntades, experiencia, talento, pasión e ilusión, y unos escasos recursos humanos y económicos. Aquellos que llegarán a gigantes tienen en común, una clara estrategia de transformación digital:
Centrada en el usuario, resuelven un problema real para el usuario, aportan un valor superior que no encuentra en otra parte con la misma facilidad ni economía.
Principalmente, adoptaran la forma de plataforma de co-creación de valor para los participes de la plataforma, un ecosistema de intercambio de valor.
El modelo de pago por uso o de mecenazgo por contenidos, estará en la base de sus ingresos.
La propuesta de valor genera una red de valor, que supera al valor de los activos del balance.
Un negocio que evoluciona acompasado con su TIC en la nube que permite unos opex que siguen al ritmo del volumen negocio en todo momento.
Sus herramientas son construidas orquestando servicios de otras plataformas existentes, principalmente.
Una estrategia digital que podrá a prueba la capacidad de adaptación de organizaciones consolidadas que podrían afrontar una disrupción digital.
La historia de los negocios nos recuerda que compañías como Nokia, Kodak, Blockbuster pese a disponer de grandes recursos, no supieron entender el rol de los nuevas compañías en el ecosistema digital. Otras como Google con Android tras el iPhone de Apple, Facebook al comprar WhatsApp, se adaptaron con rapidez
Es la hora de repensar el negocio en una era digital de cambios exponenciales.
Para aprender más leer The Digital Transformation Playbook de David L. Rogers
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